CANCIÓN DE NAVIDAD  FRACASO ECONÓMICO PARA CHARLES DICKENS

        

Primera edición de Canción de Navidad

   

Con el paso del tiempo el Cuento o Canción  de Navidad de Charles Dickens se ha convertido en una referencia obligatoria para esta época del año. En febrero de 1844, menos de dos meses después de su publicación, existían al menos ocho versiones teatrales de la historia, y desde entonces se han realizado cientos de adaptaciones, ya sea para el cine, la radio, la televisión, la música, el teatro. El beneficio económico que ha generado esta historia, en sus múltiples versiones, es prácticamente incalculable. Pero no siempre fue así. De hecho, inicialmente representó un fracaso económico en la carrera literaria de Charles Dickens, como explicó Jon Michael Varese para The Guardian.

   En 1843 Charles Dickens, que había gastado buena parte de sus fondos en la gira americana que había llevado a cabo en el año anterior, estaba desesperado por conseguir dinero para mantener a su familia, que tenía un alto nivel de vida. Todos los libros que había escrito hasta el momento se habían convertido en un éxito de ventas, así que a esas alturas el escritor era ya en una eminencia literaria. Y no parece que la idea de Dickens de tener dinero rápido escribiendo una historia navideña poco antes de la Navidad funcionara mal. El libro fue publicado por Chapman y Hall el 19 de diciembre de 1843 y en pocos días se agotó la tirada completa, formada por 6.000 copias. El libro siguió imprimiéndose y en un año lograron venderse más de 15.000 ejemplares. En total Dickens consiguió 726 libras, una suma de dinero que el autor, que pretendía como mínimo llegar a las 1.000 libras, encontró decepcionante. «¡Qué maravilloso es que un éxito tan grande me ocasione una ansiedad y una decepción tan intolerables!», escribió a cuento del beneficio económico que le reportó el libro.

   ¿Por qué ocurrió esto si el libro se vendió tan bien? Dickens se había empeñado en que la edición de Canción de Navidad fuera espectacular, que el libro se vendiera como regalo en esas fechas. Y tal vez se pasó de frenada: la encuadernación era lujosa, con letras doradas en el lomo y en la cubierta, el papel tenía los bordes dorados, incluía cuatro grabados a mano y a color en página completa, el encabezado de las páginas tenía las letras de un rojo y verde brillante y el pie también en verde. Tanta era la exigencia de Dickens que dos días antes del lanzamiento del libro decidió hacer algunos cambios de última hora con respecto a los colores. Cuando Dickens recibió el primer pago por parte de Chapman y Hall descubrió que después de descontar el importe de la impresión, del papel, del grabado, de las placas de acero, de los tintes, de la encuadernación, de la publicidad y de la comisión de los editores, el beneficio económico que dejaba el libro era prácticamente irrisible.

   Lo que costaba hacer un ejemplar no compensaba los 5 chelines ‒0,25 libras‒ por los que se venía. Un precio que en aquellos tiempos no se consideraba precisamente barato para un libro, pero teniendo en cuenta lo lujosa que era la edición no podría haberse vendido por menos. Al mismo tiempo se pretendía que el libro fuera lo suficientemente asequible para que pudiera llegar a cualquier bolsillo, para mantener una cierta coherencia con el mensaje que se transmitía en la historia. También hay que decir que es muy probable que si se hubiera vendido más caro se habría agotado igualmente y el saldo final habría sido más alto.

Brandon Ambrosino hace un curioso cálculo con las 726 libras de beneficio que consiguió Dickens con Canción de Navidad. Aunque no cumplió con las expectativas del escritor, no se puede decir que sea una cantidad de dinero insignificante. Teniendo en cuenta lo complicado que es calcular la inflación de hace más de 170 años, según el Banco de Inglaterra, 726 libras en 1843 equivaldrían a unas 80.000 libras actuales, o lo que es lo mismo, unos 125.000 euros. Ambrosino continúa con sus cálculos: si Bob Cratchit ganaba 15 chelines a la semana ‒0,75 libras‒, casi dos años de ventas de Cuento de Navidad equivalen a trabajar durante veinte años para el señor Scrooge.

   No es, desde luego, una cantidad despreciable, pero al fin y al cabo no llega, ni de lejos, a la suma que Canción de Navidad ha generado en concepto de derechos de autor con sus infinitas adaptaciones. Toda una ironía si pensamos que los temas centrales que aparecen reflejados en el libro son la codicia, la caridad y la generosidad.

M.S

¡¡¡Nuevos tiempos nuevas ilusiones ESPERANZA para TODOS!!!